El primer disco de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota se editó en 1985 y se llamó Gulp. Fue grabado en los estudios Wormo de la familia Vitale y se distribuyó de manera independiente: de mano en mano y por medio de grupos de amigos , sin ninguna empresa intermediaria entre la banda y su público. Antes de Gulp, los registros de Los Redonditos eran grabaciones informales de ensayos y actuaciones en vivo, y a un demo con temas viejos como "Un tal Brigitte Bardot" y "Nene nena", que sus fanáticos seguidores hicieron circular. Por entonces, todas las actuaciones del grupo eran grabadas por un amigo llamado Osvaldo, que con un pequeño equipo se encargaba de registrar todos los shows. Se supone que muchos de los casetes piratas que hoy alimentan el gran mercado paralelo de grabaciones de la banda surgieron de aquellas cintas. Así, el conjunto acumuló casi diez años de experiencia antes de llegar a su primer LP.
Plagada de leyendas y versiones, la historia del grupo estuvo relacionada con el mito, protagonizado por dos figuras que nada tienen que ver con los música: una es "Patricio Rey": personaje mítico que según los integrantes del grupo encarna el verdadero espíritu de la banda: y la "Negra Poly": manager, pero eufemísticamente llamada “guía espiritual” de la banda. Los principios del grupo se remontan al año 1974 en La Plata, donde los Redonditos iniciaron, junto a algunos antiguos miembros en La Cofradía de la Flor Solar, un recorrido que los llevó a Salta, Chaco, Valeria del Mar, y otra vez a La Plata. Nada estaba organizado, y los integrantes se unían y separaban alternativamente sin mayores compromisos, pero con tres personas básicas alrededor de las cuales giraba todo el movimiento: Poly, aglutinante y organizadora de cada presentación del grupo: el guitarrista Skay Beilinson y el cantante Carlos Indio Solari. El teatro platense Lozano fue uno de los lugares que lanzaron al circuito de shows a la banda, que con el tiempo fue incorporando elementos a sus presentaciones mientras cambiaba constantemente a sus músicos. Un amigo del grupo, Sergio Mufercho Martínez, tuvo alguna vez la idea de cocinar bocaditos de ricota que se comenzaron a repartir en las actuaciones y motivaron el nombre de Redonditos. En 1978 el grupo conoció a Enrique Symns, quien se unió para decir algunos de sus monólogos -debutó en el teatro Margarita Xírgu con uno titulado Las Pelotas de Patricio Rey. En esa época se incorporaron las Baybiscuits que integraban, entre otras, Viviana Tellas y Fabiana Cantilo; Horacio Fontova; algunos de los integrantes de Sumo como Luca Prodan -con quien la banda tocó en alguna oportunidad e incluso intercambió canciones-, el Ballet Ricotero compuesto por chicas que a veces llegaban a desnudarse sobre el escenario, efectos especiales con gallinas y, tal como ellos decían, “mucha locura linda, mucho desparpajo” que a veces terminaba con los artistas en las comisarías.
Una de las actuaciones citadas como debut es la que incluyó al Ballet Ricotero en el teatro Arte y Música en La Plata en 1977. Desde entonces, los shows se multiplicaron y fueron creando un público fiel e incondicional, que crecía pese a que la banda tenía la costumbre de presentarse muy de vez en vez, lo cual generaba muchísima expectativa entre sus seguidores. Una de las razones por las cuales el grupo podía actuar esporádicamente era netamente económica: Skay Beilinson proviene de una familia muy acomodada de La Plata, situación que le permitió sobrevivir sin necesidad de ganar dinero con sus shows y que además le facilitó el acceso a música extranjera que conocía a través de sus viajes por los Estados Unidos y Europa.
Por Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota pasaron muchos músicos que estuvieron en el grupo hasta principios de los 80, como los guitarristas Jean Gabriel Jolivet, Rodolfo Gorosito, Beto Verne, el saxofonista Gonzo Palacios, entre muchos otros, hasta que en 1984 se formó un grupo estable con el cual Patricio Rey realizó el disco Gulp en 1985 y Oktubre, su segundo disco, en 1986. Para entonces, la banda había crecido y ya recorría con éxito el circuito de pubs y teatros de la Capital como Cemento, Parakultural, Bambalinas, El Depósito y Palladium, donde el grupo hizo la presentación formal de Oktubre. La independencia de la banda se mantenía en la producción y distribución de sus discos y también en la organización de sus recitales, todo coordinado por Poly. Varias veces el empresario Daniel Grinbank les ofreció producir sus presentaciones e incluso grabar para su sello DG, y hasta Charly García se propuso como su productor. El grupo siempre resistió las presiones y prefirió mantener el control de todos sus asuntos. Cuando Oktubre logró un suceso masivo y las cuentas comenzaron a abultarse un poco, tres músicos se abrieron del grupo por estar en desacuerdo con el modo en que se repartía tanto el dinero como los créditos en la autoría de los temas, que siempre firmaban Beilinson-Solari. Willy Crook (saxo). Piojo Abalos (batería) y Tito Fargo D'aviero (guitarra) se alejaron de la banda.
La masividad de Patricio Rey creció al punto de quedarle chico todo lugar donde se presentaba. El público, que en principio era casi treintañero, se renovó gracias a la difusión radial, y al llegar el tercer LP, Un baión para el ojo idiota, la fama ya era muy grande. Los medios -algunos desde principios de los 80, cuando no eran muy conocidos, y otros subidos al creciente prestigio del grupo- se dedicaron a elogiar casi devotamente a Los Redondos, como se los comenzó a llamar. Pero muchos de sus más fervorosos seguidores se sintieron defraudados cuando -luego de muchísimas declaraciones en las que el enarboló su independencia y proclamó que nunca tocaría en “la Meca del rock comercial” que para ellos era el estadio Obras Sanitarias-, alquilaron precisamente el estadio Obras para presentar su cuarto disco, Bang! Bang! estás liquidado. A partir de allí se generó una polémica más principista que práctica entre los que privilegiaban las viejas posturas independentistas y sin transas y los que sostenían que la cantidad de gente convocada por el grupo excedía peligrosamente la capacidad de los recintos más chicos. Bang! Bang! no se produjo de modo independiente: se grabó en los estudios Del Cielito y se comercializó por medio de Distribuidora Belgrano, una de las empresas locales más importantes en su rubro.
A partir del contrato con esta empresa la situación cambió y también se modificó la audiencia de Patricio Rey y su relación con ella. En 1991 llegó el quinto disco, La mosca y la sopa, y una masividad que derivó en problemas sin ninguna relación con la música.
1991: El año inolvidable
Así llegó 1991, año que nunca se borraría de la memoria del grupo y tampoco de la memoria del rock argentino.
La noche del 19 de abril en el Estadio Obras Sanitarias, uno de los concurrentes fue detenido debido a incidentes ocurridos en la puerta del estadio. El fan moriría horas después en dependencia policial. Su nombre era Walter Bulacio. Después de aquella noche el grupo se encerró en los Estudios Del Cielito a completar la grabación de su quinto disco.
Luego de varios meses de alejamiento, el 10 de agosto, volvieron a presentarse en vivo. El escenario fue el Teatro San Martín (ex Paladium) de Mar del Plata. Durante el show recordaron a Walter Bulacio.
El nuevo disco se terminó de mezclar a fines del mes de julio y se editó en octubre. Se llamó La Mosca y la Sopa y participaron como invitados especiales Lito Vitale en teclados yy Luis Mississippi Robinson en armónica.
El '92 fue un año con pocas presentaciones. En el mes de mayo actuaron en el Microestadio de Lanús, reencontrándose allí con su público luego de cuatro meses de silencio. Asistieron a cada show alrededor de 5000 personas. En julio se presentaron en el Microestadio del Racing Club de Avellaneda. Luego sufrieron la prohibición que la Municipalidad de Florencio Varela impuso a la realización de los shows previstos en el Colegio Sagrado Corazón para los días 15 y 16 de mayo a Beneficio del Centro de Discapacitados de esa localidad. Alegaron falta de seguridad y espacio para las 3000 personas que ya habían comprado sus entradas. También hubo detenidos en el recital de Lanús y centenares de denuncias contra la represión policial.
En octubre se presentaron en el Centro Municipal de Exposiciones, estrenando nuevos temas ante las 15.000 personas que asistieron a los shows. También a comienzos de este mes se edita En Directo, álbum no reconocido por Del Cielito y supuestamente no aprobado por el grupo. Días después lo reconocen como un CD más dentro de su discografía oficial. Es un disco en vivo y su apariencia, la de una edición pirata. Incluye 12 temas, uno de ellos inédito, Blues del noticiero. Simultáneamente comenzaron a preparar en los Estudios Del Cielito un disco de estudio con nuevos temas.
Comenzaron a grabar la nueva placa a principios de 1993, grabando los instrumentos por separado y en distintas pistas. Esta forma era novedosa para el grupo y alrededor de este lanzamiento hubo un hermetismo aún mayor al vvivido con sus anteriores producciones. El nombre tentativo para el álbum era Etiqueta Negra, finalmente se llamó Lobo suelto / Cordero atado. Salió en formato doble y fue editado en el mes de octubre. Cada ejemplar de esta nueva placa se podía adquirir por separado.
Después de dos años, rompieron el silencio con los periodistas y ofrecieron una entrevista a la FM 100 que fue puesta en el aire el 5 de noviembre.
Los días 19 y 20 de noviembre presentaron en forma oficial el nuevo disco en el estadio del Club Huracán. Cerca de 70.000 personas asistieron a los shows. Como invitados estuvieron Sergio Polizzi (violín), Gabriel Jolivet (guitarra) y Las Blacanblús (coros). Estos shows fueron organizados por el propio grupo, ratificando así su independencia, aunque en esta ocasión, dos holdings de medios los anunciaron. El día viernes presentaron Lobo suelto y el sábado Cordero atado. La banda utilizó, por primera vez en su carrera, un escenario inmenso, una pantalla de video y una puesta de luces propia de shows internacionales.
Volvieron a la carga el 14 de mayo de 1994 con un nuevo show en el Estadio de Huracán, presenciando el show 40.000 espectadores tras cinco meses de ausencia. Los días 16 y 17 de diciembre volvieron al estadio del Club Huracán, donde hubo heridos entre el personal de seguridad.
Tras dos años y medio desde su último lanzamiento, en julio del 96, se editó Luzbelito, octavo disco de la banda. En él participa nuevamente como invitado Lito Vitale.
A comienzos de 1997 Los Redondos tocaron en San Carlos, provincia de Santa Fe, en Paraná, Entre Ríos y en el Patinódromo Municipal de Mar del Plata. En esta ocasión, ante más de 12.000 fans que peregrinaron hasta la ciudad balnearia.
Las movilizaciones masivas que generaban los recitales de Los Redondos en el interior comenzaron a concitar la atención de los dirigentes políticos, quienes, a su vez, se dedicaron a estimular a las autoridades policiales a mantener una actitud expectante. Esta actitud resultó finalmente en la prohibición del recital que la banda había programado para el 16 y 17 de agosto de 1997 en el maxigimnasio del club Estudiantes de Olavarría. Un decreto del intendente de la ciudad disparó la polémica que llevaría a una conferencia de prensa televisiva que Los Redondos mantuvieron durante más de una hora. La aparición televisiva permitió que los integrantes del grupo explicaran los motivos del levantamiento unilateral del recital, anunciando con fecha y lugar una nueva presentación.
La nueva fiesta ricotera se realizó en Tandil, ante más de 21.000 personas que "aguantaron" bajo una intensa lluvia, esta vez sin incidentes ni suspensiones(a pesar de que la lluvia había mojado los equipos).
Los Redondos no volvieron al ruedo hasta el 13 de diciembre en Santa Fe, pero la violencia dejó su marca una vez más. Luego del recital se contaron 15 heridos (uno por impacto de bala) como resultado de un enfrentamiento entre dos facciones ricoteras.
Durante el año '98 las actuaciones del grupo continuaron siendo esporádicas. Hacia fines de mayo se presentaron en el Anfiteatro Municipal de la ciudad cordobesa de Villa María. Algunos disturbios empañaron la fiesta a la que asistieron 12.000 personas, quedando casi tres mil afuera del estadio. Tras estos incidentes y en la apertura del concierto el Indio fue terminante: "Estos quilombos no hacen más que acelerar el fin de la banda".
Durante el mes de octubre se edita su placa Ultimo bondi a Finisterre donde se nota un cambio musical en el grupo acercándose más a los sonidos electrónicos.
Su última presentación importante la realizaron en el Microestadio del Racing Club los días 18 y 19 de diciembre y sirvieron como excusa para presentar el material de su nuevo disco, Momo Sampler. Asistieron 50.000 personas por noche.
Alguna vez alguien escribió de ellos, a raíz de su popularidad, que eran "...el Boca Juniors del rock and roll...." . Los Redondos crearon con su música una original estética del rock, alcanzando masividad sin entrar en el circuito cultural oficial; manteniendo su independencia de la industria musical y transformándose en la única banda que, por principios, jamás se apoyó en la TV para difundir su trabajo.
Fuente: http://rockerosargentinos.com.ar/patriciorey.htm y http://www.mundoredondo1.com.ar/